Mucho miedo...

Cuando los mayores de mi familia me contaban las tristes historias de la posguerra y la dictadura tenía mucho miedo. Especialmente cuando quien las narraba era mi tía Araceli "La Rusa", pues en sus ojos se veía claramente el miedo y el horror que ella había enfrentado cara a cara.

Las historias de gente represaliada por chivatazos, muchos totalmente falsos, de vecinos envidiosos, de curas cabrones, de familiares rencorosos...

Personas que vivían con el constante temor de ser señaladas con el dedo, por haber dicho algo, por haber frecuentado compañías que no debían, por pensar, por querer algo mejor para los suyos...

Mi padre me dijo en muchas ocasiones la suerte que tenía de haber crecido en una democracia, donde cada uno puede vivir y expresarse libremente.

¿De verdad, Papá?

http://www.lne.es/occidente/2010/09/03/director-museo-grandas-queja-alcalde-comentario-facebook/962886.html