¿Y tú de dónde eres?

Si me lo preguntas mecánicamente suele salir de mi boca lo que dice mi partida de nacimiento: de Oviedo. E inmediatamente, si el que cuestiona tiene ganas de escuchar empiezo a divagar sobre raíces y sentires varios. Hoy me apetece explayarme...

No soy de ningún sitio y soy de muchos a la vez porque, como cantaban Alaska y Loquillo en los 80, "lo que a mí me gusta, en realidad, es vagabundear".

En Oviedo me nacieron, como dijo el poeta, y allí crecí, lloré, reí, me enamoré y fui muy gamberra. Tantos amaneceres en la Plaza del Paraguas, esperando a ver si lo cerraban alguna vez, dejan huella.



En Lena está mi sangre, borracha y dinamitera. La de mi bisabuela, ejemplo total del matriarcado. La de mis muchos tíos-abuelos, que la derramaron en la mina y en la guerra. El acento que más me gusta del mundo. La gente que nunca me ha preguntado y me consideran de allí. Y la mi romería, la más guapa, la que me duele cuando no voy, la Flor de Piedracea.



En Lugones mis raíces más teatrales y el llagar que me vio crecer (sí, me caí en el tonel de pequeñita) y la parte de mi familia con quien más cosas comparto, los rusos.



En Soria un refugio, una larga historia de poemas y promesas y un remanso de paz junto al Duero.



En Londres se quedó la punkie que nunca llegué a ser, ganando las libras en el pijo Hampstead para gastarlas en el canalla Camden.




Y con el Occidente de Asturias acabo de comenzar una historia de amor que aún no se sabe cómo acabará...Pero en el amor no valen las medias tintas, hay que darlo todo y en ello estoy.



Pero vamos, que también te puedo decir:

-"Qué soy de la Cuenca, cojones!!!" - si estoy guerrillera...

-"Soy apátrida" - si me pillas melancólica...

-"Mi hogar está donde aparco mi furgo" - momento hippie reivindicativo...

Y si no quieres que te dé la chapa, mejor no preguntes.