Y a mí que me gustan tanto las palabras...
A punto de renegar de cualquier clase de diálogo...
Porque no todo se soluciona con diálogo. Porque, bajo el amparo de todas las virtudes del diálogo, se ha dado foro a expertos de la manipulación y la demagogia. Porque el juego no vale si no jugamos todos con la misma baraja. Y, sí, yo también sería feliz dialogando con Espe, o Rouco, o cualquier directivo de Bankia, si por detrás me fueran dando fajos gordos de billetes de quinientos, mientras yo pongo cara de paisaje inglés.
Sí, me gustan las palabras y me podéis acusar de posesión. Pero no de pertenencia...
Porque no hay discurso que me convenzca y porque el pueblo se ha quedado sin discurso. Y yo formo parte del pueblo. Y me duele, pero lo entiendo.
El pueblo ha sido dispersado, entrenado para la segregación y el consumismo. Para la desconfianza...
Y el mensaje se pierde... Y si lo escribes, también da lugar a malentendidos...
Pues nada... Que me voy a hacer unas bragas de plástico de burbujas pa que me estrujen con insistencia.
PD- Mañana, si eso, me cuentas de qué va el post...
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