QUE FUE DE BABY JANE?

Y QUE HABRÁ SIDO DE TODOS LOS QUE LA MIRABAN SIN VERLA?

lunes, diciembre 11, 2006

Yo pisaré las calles nuevamente...




Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada,
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.

Yo vendré del desierto calcinante
y saldré de los bosques y los lagos,
y evocaré en un cerro de Santiago
a mis hermanos que murieron antes.

Yo unido al que hizo mucho y poco
al que quiere la patria liberada
dispararé las primeras balas
más temprano que tarde, sin reposo.

Retornarán los libros, las canciones
que quemaron las manos asesinas.
Renacerá mi pueblo de su ruina
y pagarán su culpa los traidores.

Un niño jugará en una alameda
y cantará con sus amigos nuevos,
y ese canto será el canto del suelo
a una vida segada en La Moneda.

Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada,
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.


Pablo Milanés

viernes, diciembre 01, 2006

Aquí me nacieron

Ayer volví a pasear por las calles de Oviedo y volví a sentirme extraña. Aquí me nacieron una noche de Febrero y aquí me da la sensación permanentemente de ser una extraña.

Oviedo es una ciudad soberbia y orgullosa a la que no le importa ser gris porque ese color le aporta la frialdad y sobriedad de las que se jacta. Destila por todas sus esquinas la desconfianza de esa gente tan bien vestida que presume de ser "de Oviedo de toda la vida".¡Ilusos! De toda la vida Oviedo ha estado ahí, ignorando a cientos de enamorados que creían conocer su secreto.

Me sentí una extraña cuando me hicieron fotos vestida de novia mientras la torre de la catedral me espiaba y cuando recorría a diario la calles del centro por cosas de trabajo.

Sólo algunas noches etílicas, hace años, se me olvidaba que la cuidad no ama a nadie y me sentía la misma dueña de la Plaza del Paragüas.
Y algún Domingo el vermout me hizo creer que formaba parte de las columnas que soportan el Fontán y que todas las flores que allí había eran un regalo que Oviedo me hacía.

Oviedo es gris, fría y muy bella. Supongo que no me considerará una oponente digna para ella.