Carnaval!!!

Cuando hablo con entusiasmo del Carnaval y de cuánto me gusta disfrazarme, hay gente que me mira extrañada porque le pongo tanta pasión que parezco una niña queriendo ser la más guapa de la fiesta.

Carnaval viene de carnal, Don Carnal que le pellizca el culo a la rancia de Doña Cuaresma. Pa empezar...

Carnaval es fantasía, es soñar, mentir, pretender, burlar, incordiar y reírse del mundo.

Carnaval es mi vocación desde que nací, actuar, cantar, bailar, reír, llorar, hablar alto y sentir fuerte.

Carnaval es sacar la creatividad que llevas dentro y revolver en el desván.

En Carnaval la gente se toca mucho más de lo habitual. Si vas de cura, te besan la mano. Si eres hombre disfrazado de mujer, todos tus amigos te tocarán el culo.
Si vas de puta, lo llevas claro... Pero vayas como vayas, siempre habrá quien quiera echar un baile contigo o robarte la peluca.

Y como en el teatro, salimos a vivir nuestro disfraz y nos desinhibimos, le echamos los huevos que no encontramos de normal en la cesta, perdemos la vergüenza por completo y hasta hablamos con los desconocidos porque nuestro disfraz "pega"...

Bendito Carnaval!!! Tenía que haber uno por estación, así pasamos del disfraz de oso al de sirena, que en Asturias no variamos...

Tengo 37 años...

Tengo una hija lista y bella y un perro tonto pero hermoso.

Tengo un marido que sigue haciéndome reír y trayéndome desayunos a la cama.

Tengo amigos en Grandas de Salime, en Pesoz, en Oviedo, en Lugones, en Lena, en Italia, en Llanera, en Inglaterra, en Madrid, me dejo algún sitio, y los que pienso hacer en el futuro...

Tengo padre y madre, primos, tíos, sobrinos, ahijada...

Tengo ganas de vivir, de bailar, de reivindicar, hasta de llorar (si es posible de risa).

Tengo curiosidad, ilusión, apetito y soy terca como una mula, estoy empeñada en disfrutar de la vida.

Tal vez no es elegante presumir de lo que tienes en tiempos de crisis. Tal vez no todos utilizamos el mismo sistema de medida para la riqueza. Yo me siento rica.

Cómo podrán???

La conciencia no me lo permite.

La vergüenza propia me puede.

La ajena me paraliza.

La razón grita alto y claro.

Pero ye que, amás, dame mi madre un par de osties!!!

PD- Prubinos, non tendrán quien los quiera.