QUE FUE DE BABY JANE?

Y QUE HABRÁ SIDO DE TODOS LOS QUE LA MIRABAN SIN VERLA?

jueves, agosto 12, 2010

Vísceras y viscerales



Malena ("Malena es un nombre de tango" Almudena Grandes) desconfíaba de la gente que no comía vísceras. A mí me pasa algo parecido, desconfío de las personas remilgadas y me suelo rodear de gente, digamos, visceral.

Tengo un amigo que, cuando estaba embarazada de cinco meses, me dio a probar corazón de ternera, a ver si había algo que me diera asco...No lo consiguió. A día de hoy es el padrino de la criatura y, pese a no ser muy aficionado a la ropa interior femenina, ayer me quitó las bragas del tendal...Y me dió de comer, y de cenar, y no me arropó en la cama porque no nos gustan las noñerías.

Los dos le hemos dado la vuelta a nuestras vidas y nuestras vidas nos vuelven a juntar, sospecho que para reforzar esos lazos que siempre aprietan pero no ahogan.

Tengo una amiga que viaja más que el baúl de la Piquer, sola, en su furgo. En los últimos tiempos ha dormido más en su furgo que en una cama. Busca la casa perfecta pero, en el fondo, sabe que ya la tiene, sobre ruedas. No sé cuántas veces habré oído a algún especimen de macho ibérico preguntarle: "¿No tienes miedo?" Pues no, no le entra en la furgo.

Tengo dos amigos que son expertos en vísceras, humanas. Once años de lucha con una hija enferma y un doble transplante y lo que queda...Humildes, currantes y con muchas ganas de disfrutar. Siempre hablan de sexo y cuentan los chistes mas guarros, es su manera de agarrarse a la vida y banalizar los problemas. Agradecen cualquier gesto que tengas con ellos hasta el infinito. Son supervivientes y se aman como tal.

Mi mejor amigo es inglés, fue vegetariano durante muchos años, hasta que llegó a España y me conoció. Una noche nos comimos todas las mollejas que había en La Bañeza, casi vomita encima de la cuna de nuestra hija. En fin, nadie es perfecto.

jueves, agosto 05, 2010

10 años...



Y sigues siendo el que lo piensa por los dos...Hasta que salga el Sol.

Te quiero.

lunes, agosto 02, 2010

El hijo del cacique

El hijo del cacique, huérfano de privilegios,
mira desde su baluarte el discurrir de los necios.
Necios que no se doblegan, que no conocen su nombre
y que nunca imaginaron tanto poder en un hombre.

Cuando su padre pasaba
las testas se destapaban.
Cuando en su casa querían
el pueblo hambriento comía.

El hijo del cacique ya peina canas
pero sigue esperando tras la ventana.
Esperando que todo vuelva a su sitio
y la tierra y el pan sean de los ricos.