QUE FUE DE BABY JANE?

Y QUE HABRÁ SIDO DE TODOS LOS QUE LA MIRABAN SIN VERLA?

sábado, octubre 19, 2013

Ya no hablo de esas cosas...

Hablar, hoy en día, está infravalorado.

Lo sueltas, esperas que te aprueben o te niegen y reaccionas en consecuencia.

Falsa modestia si es bueno, falsa ira si es negativo...

Las redes sociales molan mucho más.

Mi foto tiene 64 "me gusta"!!!

Recuerdo cuando guardábamos secretos (comunes y vulgares) porque no sabíamos que nuestros semejantes hacían exactamente lo mismo.

La sorpresa al descubrir, en un momento de íntima confesión, que tu compañera de clase tenía los mismos miedos, odios, inseguridades, vergüenzas, era una especie de orgasmo o comunión.

En la actualidad sabemos cuando nuestros amigos virtuales se levantan, se acuestan, e incluso, cuando defecan. Pero el impudor no es mejor. Lo convierte todo en algo banal.

Seré un poco antigua o rancia.

Los que me conocéis sabéis que tengo incontinencia verbal.


Pero cuando quiero hablar de algo importante, íntimo o superficial pero que me importa, quiero verte.

Quiero invitarte a tomar algo, hablar de tonterías un buen rato y, tal vez, cuando salgamos a la calle a echar un pito, sacarlo todo fuera como si fuera la niña del exorcista.

Y cuando, en vez de llamar al Padre Karras, veo un átomo de empatía en tus ojos, ya no  importa nada.

Mi mensaje ha llegado a alguien y, aunque mañana lo olvide, me ha reconfortado.

No hay nada parecido a verte reflejado en los ojos de otro.

Lo sé, puede resultar incómodo, pero no tengo pasta para pagar psicólogos.

Por Dior, un poquito de comunicación!!!






Rene Magritte - The Lovers


miércoles, octubre 09, 2013

La que se fue...

Tenía las agallas, el coraje, la ilusión...

Los ovarios en su sitio y el corazón lejos, pero a mano.

La que se fue estaba segura de lo que quería, de lo que no y de que no volvería.

La que se fue, se fue con todo y sin nada.

Con ganas pero sin grandes esperanzas, la supervivencia bastaba.

La que se fue disfrutó mucho de haberse ido, de lo que encontró y hasta de lo que no.

La que se fue añora hasta el peor momento de toda su ida.

Porque la que se fue volvió y la que volvió no es la misma.

La que volvió quiere volver a ser la que se fue.

Y ya no sonríe...