Te pienso
Ayer me desperté sobresaltada porque alguien aporreaba la puerta, salté de la cama y me tiré escaleras abajo con el corazón en la boca. Cuando abrí, el cartero ya se iba pero retrocedió y me entregó un paquete que, como de costumbre, no venía a mi nombre. Comuniqué de inmediato con el destinatario y me dijo que sí, que el paquete era para mí, que lo abriera.
Poesía para desayunar!!! El día empezaba de la mejor manera posible y, además, hacía una mañana preciosa. Hasta el hombre flacucho y calvo que acababa de irse me pareció el mismísimo cartero de Neruda. Y los mariachis de la portada??? Me dieron unas ganas locas de cantar.
Tras el imprescindible café para asegurarme de que no seguía soñando, saludé a los tímidos brotes de mi jardín: "Buenos días, Narcisos. Buenos días, Jacintos." Pensé que más tarde les leería un poema de mi nuevo libro pero, no sé por qué, me dio la impresión de que les va más Gloria Fuertes.
Y nos fuimos a pasear, Sugus y yo, dos espíritus caprinos que siempre tiran al monte.
La Primavera pasaba por aquí, tal vez de camino al Corte Inglés que es donde llega antes. Me paré a contemplar cada flor y me metí en todos los charcos que encontré a mi paso. En uno de ellos, el barro atrapó mis botas y fantaseé con la posibilidad de quedarme allí y florecer. Visualicé mis brazos estirándose hacia el cielo y las ardillas trepando por ellos. La inmovilidad también puede ser muy creativa, me dije pensando en Frida. No necesito mucho para recordarla, siempre va conmigo.
Le pedí un millón de veces a Sugus que no se despegara de mí, que soy torpe y propensa a los accidentes, y un millón de veces me ignoró con elegancia. Me escucha pero hasta un perro se da cuenta de que nunca tengo los pies en la tierra y poco puede hacer por mí. Eso sí, en cuanto le lancé un palo se fue de cabeza al río como si estuviera en juego la vida de alguien.
Cómo me gustan los ríos!!! Éste a la vera del cual vivo (fuck yeah, I lived by the river...) acaba de animarse con las últimas nieves y rugía como un mar de andar por casa, lo justo para hacerme pensar en esas sirenas tan bonitas que pintas. Decidí que tenía que proponerte que pintaras unas xanas con pelo de musgo, ojos de agua y vestidas de hojas de ablano, aunque un cordero también me vale...
Fue una mañana estupenda e inspiradora, creo que ni un kilo de percebes podrían haberla mejorado. Pero no se lo digas a quien tú sabes, que luego se abraza a las excusas con lascivia...
Y por todo ello, porque desayuné poesía, respiré Primavera y porque tú me lo pediste, he vuelto a escribir.
Poesía para desayunar!!! El día empezaba de la mejor manera posible y, además, hacía una mañana preciosa. Hasta el hombre flacucho y calvo que acababa de irse me pareció el mismísimo cartero de Neruda. Y los mariachis de la portada??? Me dieron unas ganas locas de cantar.
Tras el imprescindible café para asegurarme de que no seguía soñando, saludé a los tímidos brotes de mi jardín: "Buenos días, Narcisos. Buenos días, Jacintos." Pensé que más tarde les leería un poema de mi nuevo libro pero, no sé por qué, me dio la impresión de que les va más Gloria Fuertes.
Y nos fuimos a pasear, Sugus y yo, dos espíritus caprinos que siempre tiran al monte.
La Primavera pasaba por aquí, tal vez de camino al Corte Inglés que es donde llega antes. Me paré a contemplar cada flor y me metí en todos los charcos que encontré a mi paso. En uno de ellos, el barro atrapó mis botas y fantaseé con la posibilidad de quedarme allí y florecer. Visualicé mis brazos estirándose hacia el cielo y las ardillas trepando por ellos. La inmovilidad también puede ser muy creativa, me dije pensando en Frida. No necesito mucho para recordarla, siempre va conmigo.
Le pedí un millón de veces a Sugus que no se despegara de mí, que soy torpe y propensa a los accidentes, y un millón de veces me ignoró con elegancia. Me escucha pero hasta un perro se da cuenta de que nunca tengo los pies en la tierra y poco puede hacer por mí. Eso sí, en cuanto le lancé un palo se fue de cabeza al río como si estuviera en juego la vida de alguien.
Cómo me gustan los ríos!!! Éste a la vera del cual vivo (fuck yeah, I lived by the river...) acaba de animarse con las últimas nieves y rugía como un mar de andar por casa, lo justo para hacerme pensar en esas sirenas tan bonitas que pintas. Decidí que tenía que proponerte que pintaras unas xanas con pelo de musgo, ojos de agua y vestidas de hojas de ablano, aunque un cordero también me vale...
Fue una mañana estupenda e inspiradora, creo que ni un kilo de percebes podrían haberla mejorado. Pero no se lo digas a quien tú sabes, que luego se abraza a las excusas con lascivia...
Y por todo ello, porque desayuné poesía, respiré Primavera y porque tú me lo pediste, he vuelto a escribir.